En la campaña del Norte de Africa, que culmino con la derrota de Beda Fomm, el relampagueante avance britanico, fue tan impresionante, que en unio de los principales campos aereos italianos, los pilotos, aun en piyama, se despertaron, cuando tenian un fusil Lee-Enfield apuntandoles.
Los tanques bloquearon la pista, la infanteria se disperso por toda la base, los aviones cayeron intactos en manos britanicas, escuadrillas enteras, que fueron rapidamente pintados con insignias britanicas, obliterando las italianas, pero conservando su camuflaje.